El calendario de cicatrices; A la intemperie, de Eliana Maldonado Cano
- entretmasrevistadi
- hace 3 días
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Elys Regina Zils

Eliana Maldonado Cano, nacida en Medellín, Colombia, posee una formación que atraviesa campos diversos. Es ingeniera con maestría en Ciencias de la Tierra, magíster en Literatura Española y Latinoamericana por la Universidad de La Rioja y doctora en Literatura por la Universidad de Antioquia, institución donde obtuvo distinción por su investigación sobre la poética quechua en la obra de José María Arguedas. Su trayectoria académica articula tradición oral, memoria y poesía andina, expandiéndose en diálogos que involucran América Latina, el Caribe y autores africanos, en un gesto constante de tejer territorios culturales. Residente en Estados Unidos y profesora en Louisiana State University (LSU), Maldonado Cano vive la propia condición migrante que atraviesa su nuevo libro, A la intemperie, publicado en 2025 por la editorial brasileña MamaQuilla.
El poemario capta, desde sus primeros versos, una experiencia marcada por el desplazamiento, la violencia, la pérdida de la lengua y la fragmentación identitaria. El yo lírico no se detiene en sí mismo: porta un legado latinoamericano forjado por migraciones forzadas, conflictos internos, silencios familiares y memorias deterioradas. La obra se organiza como un espacio de destierro, donde el cuerpo funciona como depositario de heridas y el lenguaje, lejos de constituirse en instrumento de estabilidad, surge en estado de falla. Cada poema, sin embargo, acentúa una tonalidad singular dentro de esta atmósfera común: se presentan variaciones sucesivas de un mismo dolor, explorado en despliegues íntimos.
Los Poemas 1 y 2 establecen el eje fundacional del libro: la voz se presenta desprovista de raíz, nombre y pertenencia. El exilio no es meramente geográfico, sino un exilio que se manifiesta en la propia identidad. El “nombre que no es mío” introduce una subjetividad que nace ya situada al margen, como si el mundo se hubiera organizado sin dejarle espacio.
2.
Me han dado un nombre que no es el mío,
una máscara tejida de polvo y
viejas tradiciones que ya tenía mi abuela.
Cuando lo pronuncian,
algo dentro de mí desaparece.
No pertenezco al árbol, ni a la casa,
ni siquiera al idioma que aprendí o al
que pretendo hablar ahora.
Camino como si nadie me hubiera deseado,
como si el mundo me hubiera olvidado
momentos antes de nacer.
Esta condición se prolonga en la relación con el idioma: el lenguaje, que debería dar forma al mundo, se disipa. La autora inscribe su voz entre dos lenguas que no la acogen plenamente: la lengua de origen ya no basta, la nueva lengua no la reconoce, y ambas se convierten en espacios de insuficiencia. El Poema 5 condensa este drama: “Escribo en una lengua que ya no existe. / Mis palabras caen como cenizas / sobre un mundo que no sabe leerme. […]”.
La reflexión sobre la lengua adquiere densidad particular cuando se observa el uso, en el Poema 34, de la palabra zumbayllu, el trompo infantil descrito por José María Arguedas en Los ríos profundos como objeto dotado de fuerza mágica, capaz de mediar la relación entre el individuo y los elementos de la naturaleza. Maldonado Cano recupera esta idea de mediación al escribir: “La brisa lleva / una palabra deshecha / que alguna vez fue tuya. / El Zumbayllu la ha traído con su giro. […]”. El juguete, convertido en signo ancestral, funciona como mensajero entre tiempos, lenguas y afectos, devolviendo una palabra que la poeta se rehúsa a nombrar para evitar que “regresa entera / a posarse en mi lengua”. Este gesto dialoga con su trayectoria previa: Maldonado Cano es autora de Wayrayaripay (El sonido del viento) (2023), obra trilingüe en quechua, español e inglés, donde ya exploraba los límites del pertenecer lingüístico. En A la intemperie, esta indagación se vuelve más incisiva: la escritura circula entre idiomas como quien atraviesa ruinas, recogiendo fragmentos que no alcanzan a recomponer una unidad. El tránsito lingüístico se vuelve testimonio de la pérdida.
La obra dialoga con la noción de frontera formulada por Gloria Anzaldúa en Borderlands/La Frontera: The New Mestiza (1987). Para Anzaldúa, vivir entre lenguas es habitar una región de conflicto permanente, un lugar de herida abierta. Habitar el entre-lugar implica existir en una oscilación constante entre descontextualización y recontextualización cultural. Esta condición resuena en los poemas de Maldonado Cano: el sujeto reside en una zona liminar donde el lenguaje es insuficiente, pero inevitable. La poeta escenifica así una identidad que no se funda en la unidad, sino en una tensión continua e incompleta.
La corporeidad constituye otro eje central de la obra. El Poema 3 ilustra esta dimensión al presentar un cuerpo convertido en inventario de ausencias y territorio de cicatrices. No se trata de un recurso meramente estilístico o de una metáfora ornamental: el cuerpo es archivo de violencias y memoria viva del exilio. La escena externa (el cuarto vacío, la taza rota, la carta sin abrir) refuerza la idea de que el mundo se ha convertido en extensión de ese cuerpo herido. No existe separación entre lo íntimo y lo exterior.
3.
Mi cuerpo:
un inventario de ausencias,
una geografía de heridas
que sangran,
y arden.
Mi cuerpo
territorio de cicatrices
sin sanar.
[…]
Como espacio político, el cuerpo femenino ocupa un lugar decisivo en el libro. El Poema 11 introduce la violencia explícita del abuso, expuesta con un lenguaje directo que rompe el tejido metafórico de la obra y revela el núcleo traumático que sostiene muchas de las imágenes de vaciamiento y disolución que surgen a lo largo de los poemas. Este gesto se articula con la atención de Maldonado Cano a la experiencia de las mujeres latinoamericanas, ya presente en Aquellas mujeres en miniatura (2019), donde diecinueve relatos femeninos iluminan opresiones cotidianas. En A la intemperie, la violencia de género es inseparable de la violencia migrante: ambas hieren el cuerpo, ambas silencian la voz, ambas inscriben en el sujeto una precariedad que se prolonga en el lenguaje.
El tiempo desempeña un papel estructural en el libro. No avanza: se infiltra, se fija en el cuerpo, se adensa en los huesos. El Poema 25 traduce esta percepción al afirmar que los relojes se quebraron y que ahora los días se cuentan por las heridas. La imagen del cuerpo como calendario de cicatrices expresa una experiencia temporal marcada por la permanencia. El Poema 28 profundiza esta concepción, sugiriendo que el tiempo se instala en partes específicas del cuerpo y las consume. No hay promesa de cura ni evolución lineal: el tiempo funciona como otro exilio, íntimo e inevitable, cuya marca no se atenúa.
28.
El tiempo no pasa,
se queda.
Se instala en los muslos,
en la curva de la espalda,
en la forma en que el pecho
aprendió a bajar los brazos.
[…]
La perspectiva de Homi Bhabha ilumina el modo en que estos poemas forjan la identidad desde la inestabilidad. Para el teórico, el sujeto migrante habita un “entre-lugar”, territorio de negociaciones continuas donde las identidades permanecen móviles y siempre en formación. Maldonado Cano describe ese movimiento incesante mediante el cual la poeta se recompone en la oscilación. En los poemas emerge un yo modelado por la ruptura: un cuerpo que no reconoce su nombre, una memoria que no encuentra sitio, una lengua que se deshace. Todo ello expresa la condición híbrida que Bhabha describe, marcada por la negociación constante entre lo que fue dejado atrás y lo que aún no se alcanza.
Bhabha subraya que ese entre-lugar se configura como espacio de creación. La poeta convierte el desplazamiento en gesto literario; los silencios, las fracturas y el extrañamiento se transforman en materia estética. Leer estos textos a partir de Bhabha implica reconocer que la identidad no persigue un centro, sino que se sostiene en la oscilación. El exilio actúa como estructura del lenguaje y de la subjetividad. En este horizonte, la obra incorpora con precisión aquello que Bhabha entiende como producción cultural del sujeto desplazado: una identidad construida en la tensión permanente entre pertenencia y desarraigo.
El estilo de la autora acompaña esta propuesta. El lenguaje de A la intemperie es depurado y riguroso, marcado por versos breves, precisión imagética y rechazo del ornamento. Las metáforas surgen como cicatrices: discretas e inevitables. La economía verbal intensifica la densidad emocional, evitando la dramatización y privilegiando el silencio como parte integrante de la arquitectura poética. La concisión amplifica el efecto de la palabra, que resuena precisamente por aquello que permanece sin decir.
Publicada en edición bilingüe (español y portugués), A la intemperie / Ao relento presenta los poemas de Eliana Maldonado Cano en traducción de Floriano Martins. El volumen se completa con el prólogo de Luis Fernando Cuartas, quien sitúa a la poeta y prepara al lector para una obra inscrita en el espacio fracturado entre lenguas, geografías y afectos.
El libro de Maldonado Cano establece un diálogo con los desplazamientos globales y las tensiones políticas que atraviesan innumerables vidas migrantes. La escritura asume esta inestabilidad y no intenta resolverla, prefiriendo exponerla como experiencia central. La sensibilidad hacia el trauma, la violencia de género, el choque entre lenguas y culturas, todo ello apunta a una voz situada en las cuestiones urgentes de nuestro tiempo, que no busca la universalidad abstracta, sino la verdad áspera de la existencia propia. Es el tipo de material que continúa resonando después de la lectura, pues trabaja con lo que subsiste cuando casi nada queda.

Referencias
ANZALDÚA, Gloria. Borderlands/La Frontera: The New Mestiza. San Francisco: Aunt Lute Books, 1987.
BHABHA, Homi. El lugar de la cultura. Traducción de Myriam Ávila et al. 4. ed. Belo Horizonte: Ed. UFMG, 2007.
MALDONADO CANO, Eliana. A la intemperie. Traducción de Floriano Martins. Indaial: MamaQuilla, 2025.
Eliana Maldonado Cano. Nace en 1978 en Medellín (Colombia). Ingeniera, Msc en Ciencias de la Tierra. Magíster en Literatura Española y Latinoamericana de la Universidad de La Rioja, Doctora en Literatura en la Universidad de Antioquia con una tesis Magna Cum Laude sobre las Poéticas quechuas en la obra de José María Arguedas, investigadora en Oralidad, Memoria y Poesía andina. Sus trabajos de investigación se han expandido a toda América y el Caribe, incluyendo autores africanos, creando así un puente entre ambos continentes. Actualmente es Instructora de Español y Literatura en Louisiana State University (LSU), en los Estados Unidos. Entre sus publicaciones están: Bajo la piel (2007), Lunas de sombra (2010), Hacía el Pacífico (2015), Cartografía de la lluvia (2016), El pozo de la infancia (2018). Otras obras publicadas se encuentran inmersas en Ellas escriben en Medellín (2017), Poesía colombiana del siglo XX escrita por mujeres (2014) e Historias que no son cuento: experiencias de lectura y escritura de Medellín (2014). Aquellas mujeres en Miniatura (Pigmalión 2019), Wayrayaripay (The sound of the wind/El sonido del viento) ha sido publicado en el 2023 por la Editorial Valparayso NY y se encuentra en versión trilingüe: Inglés, quechua, Español. Poemas suyos han sido traducidos al inglés, al francés y al portugués.
ELYS REGINA ZILS. Artista visual, poeta y traductora. Doctoranda y magíster en Estudios de la Traducción por el PGET/UFSC. Posee licenciatura en Letras–Lengua Española y Literaturas y en Letras–Portugués (UFSC). Editora de Agulha Revista de Cultura (2023), revista creada por Floriano Martins. Traductora de 120 Noches de Eros – Mujeres surrealistas, de Floriano Martins, para LP5 Editora; Los elementos terrestres, de Eunice Odio, y Druida, de Marosa Di Giorgio, para Sol Negro Ediciones. Autora del libro de poemas Fragmentos de silencio (2024). Contacto: elysre@gmail.com






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