EntreTmas Revista Digital tiene en esta oportunidad el agrado de acercarlos al poeta, editor y artista visual chiapaneco Luis Enrike Moscoso.
Soy poeta, editor y artista visual. Comencé a escribir poemas a los 14 años, aunque creo que la necesidad de hacerlo para siempre llegó a los 18, cuando leí Altazor, de Vicente Huidobro. A partir de ahí, he alternado mi actividad literaria con la pintura y la escultura. Estudié artes visuales y me especialicé en escultura. De lo literario, puedo decir que he tenido la oportunidad de acceder a talleres con Ramón Suárez Kaamal, Misael Palma, Óscar Oliva y Luis Flores Romero. Aunado a ese camino, las lecturas me han acompañado desde la infancia y creo que el camino lógico después de leer libros y escribir libros era editar libros. En 2013 inicié el camino con Espantapájaros Editorial, que lleva ya once años trabajando en la edición, publicación y difusión de la poesía hecha en Centroamérica.
Y, bueno, hablando de mi producción literaria, he publicado 7 libros de poesía en solitario y participado en varias antologías en México, Centroamérica, España y La India. En el lado editorial he estado trabajando en varios proyectos. Publicamos la edición última de Estado de Sitio, de Óscar Oliva, un libro icónico en la poesía mexicana de la segunda mitad del siglo XX; publicamos Contracielo (primera antología de mujeres poetas chiapanecas), que ha alcanzado buen público. Además de autores de México, Guatemala, Costa Rica y Finlandia, con libros y tirajes que han ya viajado a 4 continentes.
En cuanto a proyectos con la editorial, ahora mismo trabajamos en la edición y publicación de seis antologías de poesía en lenguas originarias de varios países de América (México, Guatemala, Colombia, Bolivia, Perú y Ecuador) en conjunción con la Nación Sämi del norte de Finlandia. Las antologías estarán escritas en los idiomas originales además de contener traducciones al español, inglés y sämi.
En cuanto a mi labor personal, pronto se estará presentando y distribuyendo en México mi libro El lado cóncavo de la luz, editado por El Pez Soluble, de El Salvador.
Poesía
Mariposas
En el hielo nocturno, vuelo.
Mil veces equivocado,
mil veces en lo cierto, reduzco mi historia
[al aleteo de una mariposa
sobre un charco de aceite
[en un callejón japonés del que nadie habla.
A esta hora,
en Shanghái o Juchitán
un niño sueña esa mariposa
y Zhuangzi se confunde al encontrar
una fotografía donde se marca
[claramente la dualidad del todo.
Un niño sueña una mariposa y ríe.
Yo, desde este silencio donde nada flota,
escribo estas líneas para parecer más vivo.
Como si cada electrón del universo
[me perteneciera.
Mientras tanto el niño corre
a un campo donde la mariposa
vuela dudosa y tiembla como una hoja
a punto de romper la tarde
[en millones de trozos.
En el charo se refleja la tarde y nadie la ve.
¿Se refleja acaso?
Una mariposa sueña que es un niño
[como el niño que sueña
con Zhuangzi que sueña con mariposas que sueñan
[con niños que sobrevuelan charcos
[en Juchitán o Shanghái.
Un sueño es un niño mariposa.
Nada existe realmente.
Todo está ahí, como en un limbo, suspendido
a medias como la flecha de cupido
apuntando al vientre/mariposario
[de Santa Teresa en el momento en que Bernini
troca la roca en tenues aleteos.
Un niño mariposa un sueño no de humo,
de niebla
una niebla grácil, dúctil, inútil
[y perfecta como la gracia.
-todo se trastoca y vuela y flota-
Entonces,
en el hielo esculpo mi nombre sin alas,
hecho de bruma y kilómetros.
Este soy yo
en el silencio de un bosque ajeno
[tiritando como un átomo.
Desde esta quietud nocturna escucho pasos
cantos y silencios
y sueño aleteos de niño
sonrisas de mariposas invisibles.
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