EntreTmas Revista Digital se complace en presentarles en esta ocasión a la escritora ecuatoriana Paulina Jaramillo Valdivieso.

Soy una aprendiz permanente en el inexorable paso del tiempo.
Considero que a la poesía no se la busca intencionalmente, nos llega en lo cotidiano, en la contemplación intrínseca o sensorial, en los quiebres de la vida, en las demostraciones de ternura, en el florecimiento de las semillas. Nos llega de diversas formas con diversas esencias, diversos tonos, sobre diferentes estructuras.
Nuestra casa siempre estuvo visitada por amigos de mi padre; poetas, artistas, cantores. Fuimos testigos del nacimiento de sus obras, de un acorde recompuesto, de un verso diseccionado, del brochazo de alguna pintura; éramos niños navegando en temas universales, poéticos, artísticos, en discusiones sobre la realidad del mundo, sobre la naturaleza y la física evocada en la poesía de mi padre y la de sus amigos.
Pienso, luego la poesía existe ¿En qué momento se afincó en mi vida para transformarse en palabra?, no lo sé, mis poemas tienen la resonancia de los poemas de ciertos poetas, pero ante todo me exorcizan, me confiesan, guerrean con mis soledades, mis rebeliones, mis miedos, mis deseos, trazan coordenadas, exudan mis vísceras, mi desconformidad existencial, cosen mis heridas, brotan mi memoria…
Comprender que la cultura, como mencionaba Martí, no es la acumulación avara y estéril del saber, sino una condición para pretender nuevas apreciaciones y revertir cada hallazgo en el bienestar de la especie humana nos enfrenta con una mediocridad edulcorada que cada vez se fortalece con el influjo de medios de comunicación globalizados acríticos, con ausencia o incumplimiento de políticas de estado, convirtiéndose la gestión cultural en un ápice más del deterioro social, intelectual y creativo.
En estas circunstancias nos ha tocado desenvolvernos en la gestión cultural, tanto desde la Jefatura Municipal o como coordinadora del Centro Cultural Municipal Alfredo Mora Reyes o el programa cultural Escenario que trasmito los domingos. A pesar de este navegar contra corriente, la convicción que tenemos de la cultura como liberadora ha constituido el impulso para hacer de nuestro paso por estas instituciones verdaderas trincheras de investigación, empoderamiento, difusión, motivación, acción, convivencia intercultural.
Benjamín Carrión, intelectual lojano fundador de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, manifestaba “si no podemos, ni debemos ser una potencia política, económica, diplomática y menos, mucho menos militar, seamos una gran potencia de la cultura, porque para eso nos autoriza y nos alienta nuestra historia”, ejemplar paradigma sobre el cual sustentamos nuestro accionar.
Apuesto por una cultura latinoamericana, universal, pero ante todo hermanada en los valores humanos; que este “pequeño rincón del mundo”, como es Loja, mi ciudad natal, se proyecte con efecto multiplicador hacia el encuentro de elementos identitarios, que mediante nuestra gestión elabore tejidos humanos, fortalezca las relaciones humanas universales y el florecimiento de nuevas creaciones.
En lo personal, está en proceso de revisión e ilustración de Ara y la vuelta al mundo de los arcoíris, un conjunto de cuentos para niños, la intención es ofrecerles un texto que les provoque asombro, curiosidad, disfrute; que los involucre en las ciencias físicas y naturales a través de la comprensión, interpretación, representación del mundo natural de una manera dinámica, formativa y divertida. Se trata de las aventuras de Ara, una niña curiosa, creativa, que se plantea muchas interrogantes que le permiten experimentar aquellos fenómenos en los que los colores del arcoíris están presentes.
Me encuentro también en la “eterna” revisión de un poemario que surge de las entrañas cósmicas de mi ser; me reconozco un poco más en este trabajo, soy un poco yo y otro poco esa otra yo, con rostro casi humana, casi mujer, casi pájaro balbuceando frente al espejo sensorial de las emociones.
Una de mis metas es revitalizar el Centro Cultural que coordino, que quedó un poco apagado luego de la pandemia.
Asimismo, continuar con el programa radial que cuenta con cinco segmentos: 1. El invitado de hoy, 2. La palabra en la voz del poeta, 3. Palabreando para niños, 4. Un momento para compartir en familia. 5. Entrevistas. Un programa con contenido y propuestas de ruptura. Estaremos cumpliendo, en el 2024, veinte años al aire.
Otro de mis objetivos a largo plazo es el de abrir una puerta a la investigación.
Estoy elaborando proyectos sobre literatura para niños, con la esperanza de que alcance permanencia con el apoyo de instituciones públicas y otros medios.
Además, la activación de una fonoteca literaria con autores de nuestra ciudad y provincia, misma que se ha caracterizado por la importante producción literaria en el desarrollo cultural nacional y latinoamericano.
POEMA:
Tapices en arpillera de yute
Violeta
respira y borda,
pincha su dedo índice
lo besa con el flequillo de su canto
lo succiona, come su sangre
la zambulle,
su volumen abismal explosiona
se rompe en la garganta
se retuerce entre sus cuerdas
como quien quiere salir a bocanadas.
Violeta
abre las jaulas y las jaurías,
su columna de cedro en brazos,
chubascos de vida al viento
descalza,
escurriendo las pelusas de sus muslos;
y sus manos,
crisálidas de aurora.
Violeta borda y pincha su voz
de roja arcilla sobre una lágrima
reverberando: el corazón
sacándolo todo
pintándolo todo
gritándolo todo…
In vitro, el mundo ha coagulado su llanto;
nos va privando de parir con dolor
de parir con amor,
nos silencian los vientres
y Violeta canta, mueve las manecillas del reloj
y el día y la noche se parecen a ella
cuando cierra sus ojos
cuando su cuerpo existe en otros cuerpos
cuando la cavidad de la noche
descansa en la materna hondura de su luz.
Comments