Para EntreTmas Revista Digital es una satisfacción presentarles en “Platicando con…" a la escritora colombiana Vanessa Torres.
Bueno, primero que nada, tendría que decir que soy algo así como una poeta errante, que hoy en día decidió establecer su casa en el área de la Bahía de San Francisco, en California.
Desde muy pequeña la vida de mi familia fue marcada por un movimiento constante, y creo que eso de intentar retener los lugares habitados se formó dentro de mí como una obsesión por la memoria. Pasé mi infancia sin poder determinar muy bien algo que para mucha gente es decisivo: la identidad. El hecho de haber crecido entre Venezuela y Colombia, entre la cultura del Caribe y los andes colombianos en Bogotá, marcó mucho de lo que soy, y es fundamentalmente alguien para quien las normas que determinan las culturas marcan pautas de vida interesantes, pero sujetas a ser cuestionadas y a transformarse todo el tiempo.
Los años decisivos entre la adolescencia y la carrera de Antropología marcaron todo lo que vendría para mí después. A finales de los años de la secundaria conocí a algunos artistas y poetas que tenían un taller de poesía dentro de la Universidad Nacional de Colombia, y al tiempo que me dedicaba al teatro pasaba los sábados en este taller y en actividades que me permitieron explorar un universo maravilloso de creadores en mi ciudad. Esto fue lo que hizo que después de mis estudios de secundaria me enfocara tanto en la investigación social y cultural en antropología y el activismo, como en la poesía y el teatro. Trabajé un tiempo con un grupo de investigación dentro del Departamento de Antropología de mi universidad, al tiempo que daba clases como profesora en las escuelas nocturnas para adultos. Durante ese mismo tiempo se publicaron algunos de mis poemas en revistas pequeñas.
Un tiempo después de graduarme y con mi hijo de un año, emprendí una nueva aventura, decidí mudarme a Estados Unidos por muchos factores de cierta forma dolorosos de la historia de Colombia, y que durante esos años hacían muy difícil continuar mi trabajo en mi país. Y pues esta antropóloga cultural colombiana, egresada de la Universidad Nacional de Colombia, que desde más o menos los quince años comenzó a tomar talleres de poesía y seminarios de literatura, llegó recién casada a otro país nuevamente a reelaborar una identidad que ahora aún más está llena de matices, y donde en esos primeros años lo que se reveló fue la posibilidad de retomar la literatura y dedicarle a la poesía todo el poco tiempo disponible que tuviera.
Después de vivir por tres años en la Florida, me mudé a Houston, donde durante los siguientes años continué no solo escribiendo sino dedicada casi enteramente al activismo cultural y feminista. Esos años, entre la sobrevivencia y la literatura, y con enorme apoyo de amigas y familia, definitivamente me dejaron muy claro que el feminismo es una lucha fundamental y aún más dentro del trabajo como poeta y escritora.
En Texas comienza una preocupación por visibilizar la cultura hispanoamericana, así como de visualización de las artes y la literatura hecha por mujeres creadoras, dentro y fuera de los Estados Unidos, y eso junto a un grupo maravilloso de creadoras nos llevó a organizar los primeros festivales de poesía en español. De ahí viene una propuesta desde la radio para dirigir un programa sobre poesía, y pues inicia también una labor de un periodismo literario tanto para la radio como para publicaciones en revistas literarias.
Mi trabajo ha tenido momentos de mucha actividad y otros de pausa que yo he llamado reacomodar mi transformación personal para volver a escribir. Tengo escritos unos dos libros inéditos de poesía que comencé durante mi etapa primera de migración, otro que se publicó como una plaquette de poesía más política y social y que llevé conmigo al Festival Internacional de Poesía de La Habana en el 2019. Este es un proyecto que nació como una colección de poemas para una propuesta de poesía visual, en la que trabajé con el artista argentino Pablo Gimenes Zapiola, en Houston, donde se necesitaba usar poemas muy cortos, y desde ese momento y por un periodo de casi dos años me dediqué por entero a escribir en este formato, limpiando en los textos poéticos todo lo que pudiera sobrar al punto de terminar con un libro de poemas muy pequeños, publicados bajo el título de Miniaturas/Miniatures, en una edición bilingüe en Arte Poética Press de Nueva York en el 2020. Tuve el enorme privilegio de ser prologada por la enorme poeta Yrene Santos.
Entre algunos proyectos del periodismo literario ha habido varias colaboraciones desde el 2013 con el escritor venezolano, radicado en España, Edgar Borges, donde he escrito varios artículos sobre su obra. Los años en que dirigí el programa de radio Poesía Fuera de los Márgenes, para Cronopio Radio Online, marcaron también un momento muy hermoso de mi trabajo. En este programa entrevistamos a poetas de Latinoamérica, España y Marruecos, y desde allí nacieron lazos de apoyo y colaboración con mucha gente que ya hace parte de una familia literaria maravillosa.
En mi trabajo de gestión, junto con la poeta puertorriqueña Miriam Damaris Maldonado, en Houston comenzamos un trabajo de gestión y organización de recitales poéticos y presentaciones de libros, que culminó en dos festivales de poesía en español que se organizaron durante el 2013 -2014. Esto tomó otro rumbo después del 2019 con mi participación en apoyo al Movimiento Poético Mundial, con la organización de lecturas y acciones poéticas con poetas latinoamericanas. Ahora, aquí en California, desde este 2023, he comenzado un trabajo de colaboración con la editorial independiente El Martillo Press, de Los Ángeles, y en la coordinación del Movimiento Poético Mundial dentro de los Estados Unidos.
Ahora mismo estoy terminando un libro de poesía que espero pronto tener listo, algunos microcuentos para niños que aún no sé en qué formato salgan, y estamos en un trabajo colaborativo para sacar adelante una nueva serie de publicaciones con El Martillo Press, de Los Ángeles, que va a seguir el formato bilingüe en inglés y español y que ya tiene también su grupo de apoyo y colaboración en Ciudad de México. Y pues, muy emocionada en esta nueva etapa de vida en California, levantando nuevamente las acciones poéticas, intentando crear puentes con organizaciones culturales para ojalá en unos años sacar adelante algún encuentro literario o de poesía bilingüe.
Poema
Los niños de la guerra
No saben
Nunca supieron
que nacieron en la guerra
Nunca supieron exactamente
que eran para otros accidentes
deshechos
excluidos
invisibles
Los niños de la guerra nacen condenados
Por ti
Por mí
Por nosotros
que en tiempo presente y pretérito
hemos dejado al poder jugar con sus vidas
hemos vertido nuestra indiferencia
nuestras prioridades
Sobre las tumbas de la decencia
A los niños de la guerra
les asesinan el corazón
junto a sus madres y sus padres
y en la cara hacen cenizas su futuro
Solo les han dejado vida entre las piedras
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