ÁGATA
Te estás poniendo vieja, Ágata,
y quizá por eso te siento tan intensa.
Como el gato que agoniza en el regazo de tu jardín,
como la boca abierta de un hombre cuando te ve pasar,
como la mujer que quiere algo y no sabe qué,
te estás poniendo vieja, Ágata.
Te estás poniendo intensa, Ágata.
Las cosas no dejan de morir y lo sabes bien.
El sillón ya no es como antes.
La madera de la mesa ha gastado su barniz.
Has abandonado los huesos en mi cama
y prefieres el frío de una habitación prestada.
Te estás poniendo vieja, Ágata.
Te queda bien esa cicatriz en la frente.
¿Qué dices? ¿Es una arruga?
Las arrugas son cicatrices, Ágata,
son señales divinas, son huellas de luz.
Te queda muy bien el olor a viejo
que se escapa de tu vestido.
Te queda muy bien el abandono.
Cuando el cielo de tu piel se queme
dejará de ser mi peor pesadilla.
Mi pequeña, mi pequeña gata parda,
los malos hábitos son los que más se aman.
La luna se nutre de tu sangre
y hace un énfasis sutil en esa muela
que renunció a quedarse en tu boca.
Sí, mi pequeña gata sucia, te estás quedando sin subtítulos
para tu propia película de terror.
Te estás quedando propensa a morir por un resfriado
y hasta tus flores de plástico han envejecido,
y hasta tu sonrisa es más amarilla en la fotografía.
Te estás poniendo intensa, intensa.
Te estás poniendo ajena.
Tan lejana de ti misma.
Tan fuera del abismo
que hasta decir tu nombre no es suficiente.
VIRGINIA WOOLF TOMÓ MI MANO
Él no llegó al café en aquella tarde de lluvia.
De regreso a casa, Virginia Woolf tomó mi mano
y me habló de la casa amueblada de Orlando.
Necesitaba un falso amante esa tarde de lluvia
o tal vez permitirme un beso. Contemplar botones.
Cualquier cosa que se resistiera a envejecer.
Pero él no llegó esa tarde de lluvia.
De regreso a casa, compré flores
y me negué a entrar al salón de belleza.
La soledad era demasiada hermosa debajo del paraguas
y es tan fácil envidiar lo que ya no se tiene.
Virginia Woolf caminó conmigo tomando mi mano.
Hubiera sido una buena amante en esa tarde de lluvia,
pero él no llegó esa tarde de lluvia.
GOLPE DE LLUVIA
El hombre más hermoso del mundo está envejeciendo
y por el bien de todos ha dejado de escupir mariposas.
No recuerdo el día que vino por voluntad propia
y me entregó los dedos de sus manos, falange por falange,
susurrándome el nombre de cada uno de ellos.
En cambio, recuerdo que
con el color lívido de los algodones,
su tristeza caminaba liviana y descalza por los pasillos.
Todavía hay jirones de su juventud en los picos de los pájaros.
Ahora recuerdo:
antes era un roble orgulloso en el paisaje,
hoy es un roble atacado por los dientes de un rayo.
El hombre más triste del mundo me está olvidando.
Tiene un acordeón infectado dentro del pecho
y ya no tiene espacio para otro misterio.
Fue la lluvia que vino a decírmelo, golpeándome la cara.
La lluvia que se multiplicaba en las jaulas.
¡Has llorado! ¡Has llorado!, se burló detrás de los barrotes.
Llorar es abrir el corazón.
Llorar significa que no lo he olvidado.
Con el paso cansado del tiempo, la lluvia dejó de dolerme
porque con la lluvia me tejí una hermosa coraza de cicatrices.
Sí, he llorado.
SÉPTIMA NOCHE
Esa noche soñé que me moría pariendo al hijo del Rey.
Nació frío como una serpiente,
envenenado como una manzana
y yo tenía una sonrisa estúpida
enmarcada dentro de dos corchetes ingleses.
Mi sexo era un cofre lleno de diamantes.
Dos ángeles me sujetaban las piernas y sustraían el botín.
Todavía se creía que el sol era un planeta
y yo sabía que era una mariposa,
una mariposa,
una enorme mariposa
en la fragilidad del cielo.
También sabía que era enero
porque es el órgano más amplio del cuerpo,
el órgano más delicado que se parte en dos.
Abrí los ojos
y mientras el mundo se descomponía en pequeños colores, texturas y flores,
el sol fingía ser cuadrado y normal frente a la ventana.
Caí al vacío y no desperté.
El invierno anida en la habitación.
Corazón maldito, corazón,
te ha atado a mí
caballo indomable, caballo hermoso…
Es hora de arar el campo, hijo mío.
Es hora de no despertar.
PÁJAROS AZULES
He visto morir tres pájaros azules
Fue en el desierto
Donde los espejismos son más azules
El sol tiene la voz más azul
Y de un interminable río de chispas azules
El cielo nace más azul
Tres pájaros azules
Con el cuerpo quebrado y lleno de galaxias
Un disparo en la frontera
Tres pájaros de un tiro
Corrí con los cadáveres de los pájaros azules
Metidos dentro de mi camisa agujereada
Se los di a un coyote
Que fue devorándolos en el camino
Dejando un rastro de plumitas azules
Seguí la corriente del río
Y detrás de la frontera
Encontré otro tipo de desierto
Un desierto de soledad y angustia
Donde el cuerpo camina, pero estás muerto
Y tocar un cadáver es estar sucio
Es sentirse odioso e íntimo
Sí
Azules son
Azules son los pájaros en el desierto
UNA HISTORIA DE COMETA
La historia está hecha de escándalos
La historia está hecha de secretos
Y se sienta en una silla roja
Y se acuesta en una cama azul
Junta tu carne con la mía
Deja tu mano adentro de mí
El anillo gira entre mis dedos
El anillo que escondes en el bolsillo
La historia tiene una simetría perfecta
La historia tiene un método cíclico para regresar al mismo lugar
Y muchas cosas que perdonar
Y mucho camino
¿Qué es la muerte sino la confirmación del amor?
¿Qué es la soledad sino coexistir con uno mismo?
Los seres inocentes y puros también mueren
Y mueren dejando sus pequeñas huellas en las cosas
En el platito de porcelana de la abuela
En la cierva que asoma su cabeza detrás de la maleza
Todas las cosas mueren
Porque habitan con su propia alma
El platito de porcelana se quiebra
La cierva huele a pólvora en la pared del cazador
Siempre hay una cuota de maldad
En los seres que adoramos
Entre más lejanos, más añorados
Entre más imposibles, más deseados
Me cansé de ver morir a los seres que me aman
Y es indispensable dejarnos partir
La cierva es mansa frente a la flecha
El cazador envenena a la sierva
Es una historia cruel
Es una historia de cometa
Biografía
Krisma Mancía
(San Salvador, 1980). Escritora y artesana especializada en joyería artesanal con materiales alternativos. Estudió letras en la Universidad de El Salvador (UES), teatro en La Escuela Arte del Actor y perteneció al taller de talentos de La Casa del Escritor de El Salvador bajo la tutela del escritor Rafael Menjívar Ochoa. Tiene formación en escultura y cerámica por el Centro Nacional de Artes (CENAR) y desde muy joven recibió formación integral en Género y Derechos Humanos.
Publicó La era del llanto, en la Colección Nuevapalabra bajo el sello editorial DPI (Dirección de Publicaciones e Impresos) de El Salvador, 2004; en noviembre del 2005 Viaje al Imperio de las Ventanas Cerradas ganó el I Premio de poesía joven La Garúa en la rama internacional y publicado en 2006 por la editorial La Garúa, de Santa Coloma de Gramenet, Barcelona, España; en 2016 publica Nueva Cosecha por la Editorial Casa de Poesía de Costa Rica y Pájaros imaginarios y trenes invisibles entre tu ciudad y la mía editada por Valparaíso de España y publicada por la Editorial Municipal de la Alcaldía de San Salvador. Varios de sus textos literarios han sido recogidos en diversos periódicos culturales, en antologías y en revistas de América Latina y España. Ha participado en varios festivales, conferencias y recitales relacionados a la literatura a nivel nacional e internacional. Además, imparte talleres y asesorías en literatura y arte-reciclable.
Es creadora de la marca Krismática que elabora joyería artesanal de papel y sus diseños forman parte del grupo salvadoreño Artisan Collection con quienes ha participado en pasarelas de moda tales como la Fashion Week El Salvador Holidays 2022; y en el 2023 su trabajo estuvo presente en exposiciones y pasarelas en Luxemburgo, Madrid y Marruecos.
Fue la primera directora asignada a la Casa de la Cultura de la Mujer en la primera sede de Ciudad Mujer. Actualmente trabaja en el Ministerio de Cultura de El Salvador coordinando los Juegos Florales nacionales.